domingo, 9 de enero de 2011

Evolución de la Catedral de Santiago I

Nueva entrada sobre el VIII Centenario de la Catedral de Santiago. La evolución anterior a la consagración de la basílica compostelana ha sido estudiada, entre otros, por el arquitecto y escritor Arturo Franco-Taboada, dando una aproximación de cómo podría haber sido su transición hasta 1211. Si bien, exteriormente, en ese año no era como la vemos 800 años despues.


Siglos I-IV Asentamiento Romano: según Franco-Taboada, la Compostela romana pudo haber nacido como un bastión de control de la vía que iba desde Padrón hasta Lugo y A Coruña. Dentro de la catedral en 1211 podría haber un Mausoleo romano, aproximadamente en el altar mayor, unas termas con un muro en el brazo derecho y unas tumbas en la nave central.

Esta tesis se amplia con la de Vicente López y Julio Prado Seijas en su "Compostela, un lugar entretenido", que aportaban la idea que aquel pequeño lugar era un cruce de caminos donde había una "mansio" romana, una parada en la via romana XIX siendo un nudo de comunicaciones entre distintas vias secundarias de la Gallaecia romana. La existencia de este cementerio justificaba la idea de una pequeña población.



Siglo IX Primer Recinto Eclesial: Según se relata en "Compostela: un lugar entretenido", el poblado con el paso de los siglos se fue abandonando o cambiando de usos y así el cementerio se dejó a su suerte hasta aproximadamente el s.IX, cuando se produce el descubrimiento de los restos del Apóstol.

Tras el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago en 813 se construye uan pequeña iglesia, la de Alfonso II, en torno al edículo. Esta iglesia ocuparía el altar mayor y el crucero, estando el edículo en la parte posterior de la iglesia a la altura del altar mayor. Por detrás de la iglesia estaría el Monasterio de Antealtares, a la altura del ábside. A los pies de la nave central se contruiría un Torreón defensivo.

Alrededor del 850 comienzan las peregrinaciones.



Siglo IX Construcción de la Basílica: Para dar mayor cabida a las incipientes peregrinaciones, el rey Alfonso III decide su ampliación. Se le añaden dos naves laterales y se alarga la nave mayor (año 880). En 997 fue arrasada por Almanzor y reconstruída pocos años después.

El Monasterio de Antealtares pernace igual, si bien la pequeña iglesia se amplia lateralmente dándole un mayor volumen y se le amplía el porche, convirtiéndose en la basílica de Alfonso III. El torreón se amplia con unas murallas defensivas.



Siglo XI Construcción de la Catedral: El proyecto comienza con Diego Peláez, bajo el encargo del rey Alfonso VI. En 1078 comienzan las obras de la nueva catedral por el ábside y el transepto. Las diferencias de ambos acabaron con el destierro de Peláez y la consecuente interrupción de las obras. En 1100, Xelmírez emprende de nuevo esta tarea. La estructura exterior y las fortificaciones de las fachadas se darán por acabadas en 1128. La antigua basílica permanece en uso hasta 1112, año de su demolición.

Ya está conformado el ábside y completado el crucero. El Torreón defensivo y sus murallas son tiradas, por tener otras murallas exteriores.



Siglo XII Claustro y Pórtico de la Gloria: Tras la realización del claustro románico (1124-1134), el maestro Mateo da comienzo al trabajo final, la remodelación de la fachada occidental. El pórtico de la Gloria (1168-1188), sin puertas que lo ocultasen recibía a los peregrinos con un estallido de formas y colores.

Era totalmente románica, no existía ni la fachada del Obradorio ni el Hospital del Rey (Hostal de los Reyes católicos), ni el palacio de Rajoy. Para hacerse una idea tenemos que despojarla de esa vestidura barroca del exterior. El interior, sin embargo, se mantiene con bastante exactitud. Aun así, el altar mayor estaba elevado aproximadamente un metro por encima del suelo y fue modificado en el barroco. Debajo, la cripta del sepulcro estaba íntegra, al igual que el coro de piedra de la nave principal, del que actualmente se conservan piezas en el museo. Y los peregrinos entraban por los laterales y la girola.










Infografía: Alexia López y Oscar Ayerra
Ilustraciones: Arturo Franco-Taboada
Fuente: La Voz de Galicia - Suplemento Culturas. Sabado 29/01/2011